No hicieron nada a pesar de tener indicios

A dos meses del crimen del presidenciable, se identifican tres eslabones en la cadena de la autoría material. Los sicarios, en el nivel más bajo, habrían pactado recibir 200 mil dólares. Agentes estatales supieron que un grupo delictivo planificaba atentar contra Fernando Villavicencio.
 
Al interceptar conversaciones telefónicas entre personas que eran investigadas por tráfico de drogas, meses antes del atentado, se enteraron del plan para matarlo. ¿Omisión o negligencia?
 
Christian Zurita, periodista, amigo y candidato presidencial que asumió su lugar en las elecciones de agosto, advierte que “un gran complot” se armó para asesinar al hombre que prometía acabar con la corrupción y las mafias en Ecuador. Que la estructura a cargo de la autoría intelectual del crimen político sigue intacta.

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